De repente, el corazón se abrió, fui además de mí.
Por las ventanas descerradas, silente el sol entró.
Cruzó por las tinieblas interiores e mi ánima danzó.
Bajo un cielo azul, pies desnudos en el verde capín.
Y de alma descalza vi los girasoles saltando muros,
driblando inviernos y la cerca del otoño brincando,
deja mayo en abandono, la primavera implantando,
para imperar desde siempre, sin horario o… Futuro.
Ahora, status quo que parece eterno, está radiante.
Un pequeño instante que se agiganta, es casi feliz.
Y todo alrededor canta, sonríe y junto pide bis...
Una lástima: momento pasa; ¡tiempo sigue adelante!
Rosemarie Schossig Torres
Nenhum comentário:
Postar um comentário