
La imaginación es combustible, carbón,
fuego místico que alimenta la llama,
lumbre creador de divina inspiración.
Aviva la idea, que el verso derrama.
Devaneo, una fogata que me incendia.
Salva de la soledad, distracción del
abismo.
La mente, trota en las nubes, sin
rienda.
El cuerpo, abandonado vive en el
ostracismo.
Cruzo el tiempo y el espacio. Voy al
viento.
Transporte que conduce al cielo y más
allá.
Sin ley de gravedad. Uso solo el
pensamiento.
Faro, guía al horizonte perdido.
Shangri-lá.
Nao para salir del yermo; crear otro
arrebol.
Al cénit llegué con el quijotesco
yelmo.
Soy Ícaro en vuelo Kamikazi, rumbo al
sol.
Vuelvo con los rayos azules de Santelmo.
Rosemarie Schossig Torres
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