Hay un verso que canta
la música de las palabras;
y otro que llora
el dolor de su poeta.
Hay un verso clásico,
rimador, comportado...
y un otro, satírico,
burlón y travieso.
Hay un verso nocturno,
Boémio, de los burdeles.
y otro, madrugador,
radia la luz de la mañana.
Hay un verso con laureles
Académico e prestigiado.
ya un otro, ignoto,
Vive en el anonimato.
Hay versos con alas,
Que vuelan para lejos;
Otros pegados al suelo,
No salen del rodapié.
Hay versos rabiosos,
Protestan, vociferan;
Otros son de ternura,
tiernos y conciliadores.
Hay versos ingénuos,
Castos, casi angelicales;
Otros son mundanos,
emanan el olor de las calles.
Hay versos bien sencillos.
Despojados, pies descalzos;
Otros ricamente vestidos,
com lujosas metáforas.
Mientras uno oculta el alma,
por detrás de su hermetismo,
hay otro que es transparente,
Espejo fiel a nuestra mirada.
Rosemarie Schossig Torres
Nenhum comentário:
Postar um comentário